La primera parte pasó inadvertida en taquilla pero fue revolucionaria en cuanto a los efectos especiales para la época.
La segunda parte comienza en el año 1989, cuando Kevin Flynn (un digitalizado Jeff Bridges) le cuenta a su hijo antes de dormir los logros que consiguió en el mundo digital años atrás. En un momento durante esa escena se ve un cubo de Rubik sin resolver sobre unos libros, detrás de unas miniaturas que muestran las peleas de discos de la primera película, y que también aparecen (mucho más espectaculares, eso sí) en esta película.