En los años 80 se produjo un estallido en lo referente a videojuegos, las recreativas estaban a la orden del día; nuevos juegos, nuevas máquinas y nuevos horizontes lúdicos se presentaban al alcance de la mano. Algunos de los juegos míticos que perduran y se muestran en la película son el Donkey Kong, Pac-Man y el Centipede.
En 1982 se envía una cápsula al espacio con la esperanza de, en algún momento, contactar con vida extraterrestre. En ella se incluyen varios objetos representativos de la vida cotidiana y de la cultura general, entre ellos se encuentran los videojuegos mencionados anteriormente.
Pasados los años otras formas de vida acuden a la Tierra con un mensaje, una partida a vida o muerte. Lo que se envió con la intención de ser un mensaje de paz se tornó para los extraterrestres en una declaración de 'guerra' cuyas reglas eran las propias de los juegos. Sam Brenner (interpretado por Adam Sandler), campeón de la época de recreativas y su amigo Will Cooper (Kevin James), presidente de los Estados Unidos serán los encargados, junto con un grupo de investigación y defensa, de poner fin a la interpretación fatal de los juegos.
Como no podía ser de otra manera en una película con base en los años 80, nos encontramos con un cubo de Rubik. Pese a que en la misma película no lo hemos cazado, aunque no descartamos que esté presente y se nos haya escapado, podemos ver dicho cubo en el trailer oficial de la película. Nos gusta pensar que el cubo de Rubik también se envió al espacio y, que un rompecabezas tan genial, está dando que pensar a los distintos seres de la galaxia.
Una pregunta que nos podemos hacer es '¿Qué hubiera pasado si en lugar del Pac-Man o cualquier otro videojuego hubiéramos encontrado como 'enemigo' el cubo?' Giros descontrolados
y popeos son una opción... ¡Qué Ernö nos proteja!