Ray Winkler (Woody Allen) es un ex presidiario que se gana la vida lavando platos en un restaurante. Cansado de su trabajo y de su vida, se le ocurre un “magnífico” plan: robar en un banco con la ayuda de su peculiar esposa y de unos compinches de poca monta. Para ello deciden alquilar el local contiguo al banco y abrir una tienda de galletas para que actúe como tapadera mientras excavan un túnel para llegar a la caja fuerte del banco. Conseguirán hacerse millonarios, pero no del modo previsto inicialmente…
Granujas de medio pelo es una divertida comedia de enredos dirigida y escrita por el siempre interesante Woody Allen, el cual ríe sin ningún tipo de pudor de la alta sociedad y de su necesidad inagotable de aparentar lo que no es.
El cubo aparece como elemento decorativo en una escena en la que, a modo de entrevista, se describe cada uno de los personajes de la trama. Cuando vemos la película, deducimos rápidamente que todos estos personajes tienen un nivel cultural y una inteligencia más que discutible, por lo que la presencia del cubo en esta escena puede ser otra forma de incidir sobre la idea de aparentar lo que no somos.