El mosaico representa al erudito físico alemán Albert Einstein, el cual está planteado de una forma novedosa e innovadora: 4444 cubos de Rubik suspendidos en el aire y cosidos con  hilos de nylon, cuya perspectiva óptima para visualizarlo  se puede alcanzar dependiendo la posición del que lo contemple. Ernesto dice que para obtener ese efecto invirtió muchas horas tanto en la fase de “pre-producción” como en el montaje del mismo propiamente dicho.

Como se suele hacer en este tipo de proyectos, en la fase previa realizó un tratamiento informático de la imagen que pixelando de esta forma la imagen con los seis colores del cubo. A partir de ahí Ernesto convirtió la imagen bidimensional en tridimensional, de tal forma que  configuró y adaptó los 39.999 píxeles que componen la imagen. Finalmente calculó el tamaño y peso del mosaico para poder diseñar el soporte que lo sostendría.